Pasaron ya unos días, pero no quería que finalizara octubre sin recordar este grato acontecimiento que es muy caro a mis sentimientos.
Hay momentos en la vida que nos llevan a cambiar de condición. Convencidos o no, adoptamos estados diferentes a los que se habían mostrado o vivido socialmente hasta ese instante.
El hacerlo convencidos es un tema superior y no hay mucho más que observar los gestos grabados en las imágenes para comprender la limpieza y profundidad de la decisión tomada.
Josefina es una de mis sobrinas (la primera), es la madrina de Esteban (mi hijo menor) y es una de las niñas de la foto que está en la columna izquierda de este blog.
Pasaron los años y sigue siendo siempre la misma, pausada, tranquila, firme, inteligente y como si esto fuera poco…es ¡muy atractiva!
El 10 de Octubre pasado decidió casarse; mejor dicho, Josefina (Jose, con la o acentuada) y Jorge (Jorgito) coincidieron en que sus vidas tendrían que continuar juntas pase lo que pase, y se casaron.
Con esta unión se ha confirmado también, que se ha sumado un sobrino en los papeles, pues hace bastante tiempo que ya lo habíamos adoptado.
Faltan pocos días para que regresen de su viaje por las "UROPAS" y se reintegren a la vida cotidiana luciendo su nueva condición de esposos.
Dentro de unos días comenzarán otra etapa de la vida, una etapa que, como les dijo Adolfo, demandará un ejercicio que ayudará en todo momento y que es "el mirarse a los ojos".
Chicos, no está demás decirles que los queremos mucho y que trataremos de acompañarlos como ustedes nos han acompañado hasta ahora.